En la segunda cumbre UE-EE.UU. con el presidente Biden se quiere demostrar unidad, pero en cuestiones económicas no se consigue del todo. Cada parte tiene sus propios intereses. Desde Bruselas informa Daniel Mejía Lozano.
Si el presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se salen con la suya, la reunión que sostendrán en la Casa Blanca con el presidente estadounidense Joe Biden será una nueva prueba de armonía transatlántica. Existe un «nivel de cooperación sin precedentes», afirman con entusiasmo los diplomáticos de la UE antes de la reunión, que tendrá lugar este 20 de octubre.
Esto se aplica sobre todo a la política exterior y de seguridad, donde ambas partes coinciden en ayudar a Ucrania en su lucha contra Rusia, así como en apoyar a Israel en su defensa contra el terror de Hamás. Juntos quieren frenar las crecientes ansias de poder de China, avanzar hacia el Sur global y mantener a raya a Irán y Corea del Norte.