Villa de leyva es uno de los principales municipios turísticos del país. Su crecimiento y desarrollo se debe principalmente al sector privado de la industria del turismo, en el sector público, por el contrario deja mucho que desear la ausencia de gobierno del Alcalde Javier Castellanos.
Aunque es un municipio con un alto flujo turístico no cuenta con un terminal de transportes moderno, más bien tiene un paradero de buses en un espacio que carece de administración, sumado a lo anterior, el espacio público es un mercado persa, vehículos mal parqueados y en contravía todo el tiempo, no hay andenes para la gente, se hace difícil caminar por el lugar, muy pocos recolectores de basura hacen que el alto flujo de turistas se sienta por el alto flujo de residuos en las calles y ni hablar de la gestión de trabajo social, recientemente el escandalo de presunto abuso sexual de niños en el colegio Antonio Nariño se suma a la descomposición social de Villa de Leyva y la incapacidad administrativa para afrontar esta problemáticas.
Es importante que los ciudadanos elijan personas con preparación académica, honestas, con experiencia en el sector público, en gestión y visionarios para que brinden así desarrollo a su municipio y no se repita la misma historia cada cuatro años cuando las campañas prometen todo y no cumplen nada, Villa de Leyva se hunde ante la incapacidad de sus gobernantes, sin hablar de un gobierno departamental en la era Amaya-Barragán que dejo en el abandono esta Villa de historia y patrimonio, curiosamente el partido de gobierno es el mismo del alcalde y tienen en común su incompetencia que buscan ocultar con un discurso populista.
Inseguridad, poca gestión, escándalos, pobreza y deterioro patrimonial es el legado que deja esta administración la cual como muchos mandatarios acostumbran se ha ocultado con fiestas populares, pan y circo para el pueblo, no cabe mas mediocridad debajo de la ruana.