Los principales líderes de la OTAN se reúnen este lunes en Lituania, en la víspera de una cumbre decisiva de la Alianza Atlántica sobre la invasión rusa de Ucrania y los pedidos de adhesión de Estocolmo y Kiev.
Los miembros de la alianza militar quieren dar garantías de su compromiso para defender a Ucrania, en momentos en que las fuerzas ucranianas llevan a cabo una lenta contraofensiva para recuperar zonas ocupadas por los rusos.
Kiev indicó el lunes que había liberado 14 km2 de territorio la semana pasada, o sea un total de 193 km2 desde el inicio de la contraofensiva en junio.
Para Ucrania es crucial estar bajo la protección de la OTAN para disuadir a Moscú de lanzar nuevas ofensivas, y por ello reclama, junto a los países del este de Europa, que la alianza establezca en estos dos días de cumbre una hoja de ruta clara.
Pero Estados Unidos y Alemania insisten en una promesa imprecisa sobre la futura adhesión de Ucrania, sin determinar un calendario.
El presidente estadounidense, Joe Biden, lo dijo claramente: «No creo que esté lista para formar parte de la OTAN», afirmó en una entrevista a la CNN, añadiendo que tampoco había unanimidad entre los aliados sobre la integración de Ucrania «en medio de una guerra».
«Estaríamos en guerra con Rusia si ese fuera el caso», advirtió.