Waldheim García Montoya |
Recife (EFE).- El alto nivel de abstención y un amplio rechazo al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quienes el próximo domingo se enfrentan en la segunda vuelta de las presidenciales de Brasil, juegan un papel clave en los comicios.
En la primera vuelta, celebrada el 2 de octubre, de los 156,5 millones de brasileños facultados para votar unos 32,7 millones (20,9 %) dejaron de ir a las urnas y la tendencia, ya sin las elecciones legislativas, es que ese número aumente en esta segunda vuelta.
La analista y doctora en Ciencias Políticas Priscila Lapa considera que el país pasa por el «fenómeno de alineación electoral», con un «comportamiento» de «desconfianza y falta de credibilidad» por parte de muchos electores.
«El crecimiento de la abstención es por la falta de confianza en la política y sus instituciones, con gran parte del electorado desconectado a pesar de la polarización», ha afirmado Lapa en declaraciones a EFE.